Esta es la entrevista que nos hacían desde la prensa local (diario El Comercio). Nos enviaron unas preguntas para que explicáramos el proyecto «hacia una ciudadanía agropolitana». Aquí está la entrevista tal y como se la enviamos, Karin Ohlenschläger y yo (Virginia), y al final del texto está el enlace de lo que finalmente ha sido publicado. Desde PACA sólo comentar que es una lástima que la prensa se quede en fragmentos que restan profundidad o claridad a aquello que se hace y se quiere comunicar. Sin pausa, tiempos céleres y superficiales…pero claro, siempre se usó el periódico para envolver bocadillos o limpiar cristales… 😉 y ayudan sin duda a la reducción del ego. No queda otra cosa, sino agradecer, de todas formas, ese recuadrito de atención al proyecto…
(fotografía realizada por Á. González y publicad en el diario La Nueva España el día de la inauguración del proyecto)
¿En qué consiste el proyecto? ¿Por qué el nombre?
Karin: En primer lugar, “Reset Rural” es una línea de actividades que quiere dar visibilidad a iniciativas artísticas en el entorno rural, de carácter innovador y muy comprometidas con el territorio. Todo ello para plantear y compartir una reflexión sobre el futuro cultural del entorno rural, planteado desde la innovación y la puesta en práctica de nuevos modelos, especialmente aquí en Asturias.
Dentro del programa de Reset Rural, en LABoral Centro de Arte vamos a colaborar con tres iniciativas asturianas modélicas a nivel regional, nacional e incluso europeo. PACA_Proyectos Artísticos Casa Antonino de Virginia López, La Xata la Rifa de Monica Cofiño y Inland-Campo Adentro de Fernando García Dory.
Virginia: Dentro del programa “Reset Rural”, el proyecto “Hacia una ciudadanía agropolitana” toma en préstamo el término agropolitana de Jaime Izquierdo, porque compartimos la necesidad de un cambio en nuestra forma de imaginar y habitar el territorio. Yo lo resumo con la idea del injerto, dos cuerpos afines pero diferentes, cuya linfa vital se une para formar un nuevo organismo; todos somos injerto, el campo y la ciudad sólo necesitan re-injertarse, porque han siso artificialmente separadas (las consecuencias las estamos viendo y sufriendo). Ante la falta de respuestas desde lo alto, nosotros como ciudadanía debemos asumir nuestra parte de responsabilidad. El Cándido de Voltaire se retiró a su huerto, pero muchos “huertos” pueden ser revolucionarios.
– ¿Cómo surgió la idea?
Karin: La idea surge del interés en contribuir desde las prácticas artísticas contemporáneas a los múltiples retos que plantea la España vaciada. Hay unos antecedentes muy sugerentes e inspiradores en el entorno urbano que se han ido desarrollando desde los años setenta del siglo pasado. En aquellos momentos, los artistas contribuyeron a la transformación de los barrios más precarios y deteriorados por la producción industrial en las grandes urbes, ocupando los espacios industriales abandonados con sus estudios y actividades múltiples, dando nueva vida cultural social y productiva a estos barrios.
Hoy en día, el arte y la cultura contemporáneos están planteando también innovadores imaginarios, narrativas y actividades tangibles para contribuir a la transformación cultural del entorno rural.
Desde LABoral queremos dar visibilidad a los proyectos ya en marcha, invitando a la participación, a la reflexión y a la inspiración de otros modelos posibles. Los tres proyectos que abordaremos este año conforman tres iniciativas distintas que nacen como contestación artística a la crisis del 2008.
PACA es un proyecto de residencias de artistas en el entorno rural, muy comprometidos con el territorio y la inclusión de saberes rurales en las prácticas artísticas contemporáneas, a través de proyectos participativos y colaborativos de toda índole.
La Xata La Rifa es un Festival de Artes Escénicas que existe desde hace diez años e ha ido itinerando por distintos territorios asturianos.
Inland-Campo Adentro es un programa de actividades relacionados con la recuperación de saberes rurales ancestrales relacionado con el compromiso medioambiental y el desarrollo sostenible en diálogo con distintas prácticas artísticas de carácter más transversal y participativo.
Son tres modelos muy distintos, pero muy interesantes para poner el foco y compartir experiencias y conocimientos. Se trata de proyectos que funcionan para aprender e inspirar a un amplio público sobre otros modos de estar, interactuar y comprometerse con el espacio rural y sus habitantes.
Virginia: “Hacia una ciudadanía agropolitana” surge como continuación natural de una serie de proyectos que llevo desarrollando en el marco de PACA desde que empezamos en el 2013, en concreto del proyecto, siempre de naturaleza colaborativa, “Habitantes Paisajistas”. Desde el 2015 al 2019 Habitantes Paisajistas se ha desarrollado en colaboración con el museo Villa Romana de Veranes, proponiendo en cada edición un tema relevante relacionado con nuestros paisajes cotidianos y las relaciones campo-ciudad. A través de paseos, talleres, conferencias y momentos expositivos se trata activar procesos de reflexión, creación y aprendizajes colectivos, integrando en la práctica artística diferentes saberes y disciplinas. Agropolitana nace gracias a la convocatoria Art For Change de La Caixa y la invitación de LABoral a presentar este proyecto de forma conjunta, con el apoyo de Impulsa-Gijón. Se trata de seguir tejiendo ecosistemas culturales…
¿Cómo la estáis llevando a cabo?
Karin: El proyecto “Hacía una ciudadanía agropolitana” consiste en una serie de encuentros, talleres, la realización de un documental y la presentación de los trabajos colaborativos con una exposición a finales de año en LABoral Centro de Arte. Ha iniciado el 27 de marzo y los talleres continuarán hasta finales de agosto.
El proyecto relacionado con el 10º aniversario de La Xata La Rifa también consiste en un programa de talleres, diálogos entre arte y ciencia, así como una acción simbólica participativas.
Por último, el proyecto de Inland-Campo Adentro comienza el próximo día 15 de mayo con un encuentro de apicultores y artistas en LABoral para plantear los distintos retos medioambientales relacionados con la apicultura y el desarrollo sostenible. Fernando García Dory trabajará con este colectivo a lo largo de todo el año y mostrará los resultados también en una exposición a finales de año.
¿Cuáles son los objetivos del proyecto?
Karin: Producir nuevas experiencias, conocimientos e imaginarios sobre la transformación cultural del entorno rural, aportando nuevos modelos y modos de hacer desde las prácticas artísticas contemporáneas comprometidos con el territorio y con sus habitantes.
Virginia: Desde lo local y partiendo del entorno de Cenero, el objetivo es conocer mejor nuestro territorio, poner en valor estas zonas rurales periurbanas que hasta ahora han sido sólo objeto de abandono o explotación por parte de la ciudad y la industria. Nuestro futuro pasa por re-equilibrar las relaciones campo-ciudad, y lo urbano, actualmente (o mejor desde hace décadas, si no siglos), está en deuda con el campo. Nuestro compromiso está con todo aquello que ha sido, injustamente, olvidado o relegado. Es una labor que llevará años y necesita de una implicación coordinada entre diferentes agentes y administraciones. La cultura y las artes tienen también un rol fundamental: en la articulación de imaginarios, en la parte intelectual, estética y afectiva, en la composición de subjetividades, porque no existe un territorio si primero no hay una idea compartida de territorio, depende de lo que seamos capaces de imaginar, nuevamente. Creo que reset rural no es iniciar desde cero, sino desde tres, reconociendo lo aprendido.
Estáis llevando a cabo una pieza artística (colcha-vestido) que tiene una historia curiosa, ¿cuál es?
Virginia: Pues la idea surgió en realidad hace un par de años, en la última edición de Habitantes Paisajistas que giraba en torno a hórreos y paneras y se hablaba ya de los usos habitativos, usos que siempre tuvieron porque no hay casi hórreo o panera que todavía no conserve una cama dentro. Me fijé en las hermosas telas que cubrían los viejos colchones de lana, me rondaba la idea de hacer una tela cuyos motivos decorativos aludiesen a los paisajes que habitan dentro y entorno a estas cajas recolectoras (plantas, cultivos), así como a los motivos que decoran sus liños y colondras relacionadas en parte con un universo simbólico ligado a la tierra, los astros, los misterios de la naturaleza y el deseo de protección. Hice una primera prueba. Se juntó la “Madonna del Parto” de Piero della Francesca, con su manto protector azul, y de todo eso sale la historia de la colcha-vestido:
Haremos talleres de tintura a partir de la isatis tinctorea (planta de la que se extrae el color azul pastel) sembrada en PACA el pasado 27 de marzo; azules también serán las cianotipias que realizaremos sobre tejidos a partir de los paseos que estamos realizando (“Recolectores”: recolección de motivos iconográficos presentes en las paneras y hórreos de Trubia y Veranes, y recolección de plantas durante los paseos etnobotánicos con Lorena Lozano). Uniremos los fragmentos realizados por las personas que participen en los talleres, durante una serie de filandones de cosido en agosto, como no, debajo de la panera, espacio tradicional de socialización. El resultado será un gran manto colectivo, animado por las historias, afectos, recolecciones y conocimientos que cada uno vaya aportando en el proceso.
Es interesante en este tipo de proyectos cuando se van sumando colaboraciones inesperadas y el ansiado cruce de conocimientos entre diferentes generaciones se produce: Carmela Saavedra, vecina de Trubia, me llamó el otro día, dispuesta a compartir con nosotros durante los filandones toda una vida de investigación y creación de indumentaria tradicional asturiana. Será un aporte valiosísimo para arraigar un manto-vestido de factura mucho más “abstracta” y cuya performatividad se alejará del baile formal. En definitiva, todo el proceso trata de recuperar saberes, proponer nuevos cultivos, experimentar manualidades y formas de hacer, alejarnos de la especialización, recuperar lo lúdico como actitud para favorecer aprendizajes informales y enredarnos en universos simbólicos sin fecha de obsolescencia.
¿Cuánta gente participa en el proyecto?
Virginia: En Hacia una ciudadanía agropolitana las personas que participan pasan a formar parte de esa ciudadanía o troupe agropolitana!. Todas las actividades son gratuitas y abiertas, con especial atención a la participación de vecinas y vecinos de Cenero, pero siempre se generan grupos mixtos, y creo es lo más interesante, cruzándose personas de diferentes edades, trayectorias, intereses. Hay personas que se apuntan a casi todos los talleres y eso es interesante también porque permite crear un grupo de trabajo más concentrado que sigue más en profundidad todo el proceso, lo que será muy útil de cara a pensar entre todas y todos, el formato expositivo final, pero también es posible apuntarse a un solo taller. Algunos talleres están repetidos para facilitar la participación de un mayor número de personas debido a que los grupos son reducidos y oscilan entre 6 y 10 personas de acuerdo con los protocolos covid. Hasta el 28 de agosto habrá actividades todos los sábados, os animamos a participar.
En cuanto al desarrollo del proyecto, no sería posible sin la colaboración de: Fernando Oyágüez y Daniel Franco (talleres Pitos y Flautas), Lorena Lozano (paseos etnobotánicos), Grigri Projects (taller de Kit de herramientas), Juan Barbé (taller de papel) o Galiana (durante los filandones), además del apoyo de la Asociación de Vecinos de Cenero, del Muséu del Pueblu d’Asturies, de vecinas y vecinos que nos abren sus paneras, sus armarios o nos ayudan con el arado de la tierra.
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*versión de la prensa local tras haberles escrito y contestado a sus preguntas: https://www.elcomercio.es/asturias/buscamos-crear-nuevas-20210504000716-ntvo.html
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info del proyecto:
https://pacaproyectosartisticos.com/living-landscape/agropolitana-2021/
http://www.laboralcentrodearte.org/es/educacion/hacia-una-ciudadania-agropolitana